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Transgénicos

Es un organismo vivo que ha sido creado artificialmente manipulando sus genes. Las técnicas de ingeniería genética consisten en aislar segmentos del ADN (el material genético) de un ser vivo (virus, bacteria, vegetal, animal e incluso humano) para introducirlos en el material hereditario de otro. Por ejemplo, el maíz transgénico que se cultiva en España lleva genes de bacteria que le permiten producir una sustancia insecticida. La diferencia fundamental con las técnicas tradicionales de mejora genética es que permiten franquear las barreras entre especies para crear seres vivos que no existían en la naturaleza. Se trata de un experimento a gran escala basado en un modelo científico que está en entredicho. La ingeniería genética aplicada para la creación de los cultivos transgénicos parte del principio de que los genes tienen una función en sí mismos, sin tener en consideración cualquier otro factor interno o externo al organismo. Estas incertidumbres hacen que no se pueda descartar el fenómeno de ”inestabilidad genética” de los OMG.

La tecnología por la que se produce la transferencia de genes (ingeniería genética) es muy imprecisa y requiere de la utilización de otros genes además del gen que se busca transferir. Con la modificación genética se busca pasar determinada característica de un ser vivo a otro que no la posee. Esa posibilidad de la ingeniería genética se ha difundido masivamente en su aplicación en la alimentación como la gran posibilidad para obtener más y mejores alimentos y resolver “el problema del hambre en el mundo”. Sin embargo, las dos principales características genéticas introducidas en la actualidad en la casi totalidad de los OGM que se cultivan comercialmente son la resistencia al glifosato (un herbicida) y la introducción del gen que codifica la producción de la toxina Bt (proveniente del Bacillus thuringiensis) produciendo plantas biocidas. Estas modificaciones genéticas no sólo no representan ninguna ventaja para los consumidores desde el punto de vista nutricional, sino que sólo han facilitado un modelo de agricultura industrializado y sin agricultores. Sin lugar a dudas los únicos beneficiarios de los OGM han sido las grandes transnacionales de la vida que, encabezadas por Monsanto, buscan controlar el multimillonario negocio de la alimentación en el planeta. Este es el verdadero motivo por el que se han desarrollado los OGM y así se desenmasacara uno de los mayores crímenes que se están cometiendo contra la humanidad en la actualidad: la destrucción y apropiación de la base del sustento de todos los pueblos de la tierra. 

Transgénicos, ¿Un demonio en el que cree Colombia?

 

Por: CAMILO HURTADO   http://www.kienyke.com/economia/transgenicos-un-demonio-en-el-que-cree-colombia/

 

Dos recientes estudios han puesto en evidencia los posibles problemas que generaría el consumo de productos transgénicos a nivel mundial. En el primero, científicos australianos establecieron una conexión directa entre el uso de alimentos manipulados y los daños estomacales en los cerdos; el segundo experimento estuvo a cargo de científicos de la Universidad de Caen (Francia), quienes alimentaron durante cerca de dos años a doscientas ratas, con tres raciones de maíz genéticamente tratado, propiedad de la multinacional Monsanto, encontrando aparentes efectos negativos sobre la salud de los roedores.

 

Ante la resistencia de grupos ecologistas y varios gobiernos, continentes como el europeo han rechazado de manera contundente a los organismos genéticamente modificados (OGM). En países como Italia, Alemania y Francia se prohibió, por ejemplo, el cultivo y exportación de las semillas transgénicas obligando las características que considera el gobierno nacional para darle espacio a este tipo de productos tienen que ver con la tolerancia a herbicidas y la resistencia a insectos, dos elementos que se pueden encontrar en un solo cultivo afectando la cosecha y a las compañías líderes de la agroquímica a replantear su modelo de negocio. Mientras esto pasa, en Colombia la situación parece ser distinta.

 

La crisis algodonera de 2008

 

Con pérdidas cercanas a los $100.000 millones de pesos, el sector algodonero sufrió una grave crisis con un 30% de cultivo afectado, especialmente en los departamentos del Tolima y Córdoba. Algunas instituciones, para enfrentar el invierno de esa época, trabajaron cultivos modificados y así limitaron las consecuencias negativas.

 

Según Luz Amparo Fonseca, presidenta del gremio algodonero, la publicidad hablaba de una resistencia de hasta el 97% de resistencia del insumo al ataque de la plaga Spodóptera, por lo cual los agricultores casi que ni la tuvieron en cuenta para hacer las labores de prevención y control de la plaga, pues el insumo la daba por sí solo. “Sin embargo, las pérdidas por esa plaga fueron inmensas, perjudicando a 2.400 agricultores que sembraron 

7.000 hectáreas", anotó la dirigente gremial.

 

El senador del Polo Democrático, Jorge Robledo denunció por esa época que el gobierno de manera ilegítima permitió que se distribuyera entre los productores tolimenses, sin las pruebas suficientes, la semilla transgénica Monsanto DP-455, lo que posibilitó que casi 9.000 hectáreas de algodón sufrieran drásticas reducciones en el nivel de producción.

 

“Después de más de 10 años de siembra del algodón transgénico, podemos decir, que ha sido un gran fracaso (…) los agricultores del Tolima y Córdoba se quebraron en el 2008 con la siembra de variedades transgénicas que le otorgó la multinacional Monsanto”, dice el director de la fundación Semillas.

 

Ortíz insiste en destacar que con estos cultivos, solamente en el 2012, los agricultores de Córdoba perdieron más de $72.000 millones de pesos con un algodón transgénico que tiene dos características: resistencia herbicida y cultivos BT para el control de plagas en los cultivos.

 

También recalca que los agricultores quedaron a la deriva porque Monsanto no ha dado respuesta alguna por las pérdidas o los daños que se presentaron en los últimos años, pero en cambio, sí está muy pendiente de hacer cumplir los contratos que firman los cultivadores, además del reconocimiento y el pago por las regalías de las patentes de estas semillas.

 

Para Ortíz, los agricultores no tienen quién los defienda, ya que el ICA no ha hecho gran cosa para investigar sobre la afectación de este tipo de tecnología.

 

 

Los cultivos transgénicos en el Huila

Periódico DIARIO DEL HUILA / Opinión / 2015-03-02 

Un informe exclusivo que publica hoy DIARIO DEL HUILA da cuenta del crecimiento que se ha dado en el departamento en la implementación de las semillas transgénicas en cultivos como el algodón y el maíz.

 

Esta tecnología, criticada por algunos y apoyada por otros, se incrementa año tras año no solo en esta región sino en todo el país. Las cifras del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) revelan que en 2007 se cultivaron en el territorio nacional 6901,4 hectáreas de maíz genéticamente modificado mientras que el año pasado fueron un poco más de 89.000 hectáreas.

 

El maíz y el algodón transgénico o biotecnológico tienen características como la resistencia a algunas plagas o tolerancia a ciertos herbicidas.

 

Por otra parte, el algodón modificado genéticamente también ha crecido en Colombia todos los años a pesar de las dificultades del mercado interno e internacional. En el año 2002 fueron solo 2000 hectáreas cultivadas en el país, pero en 2014 se acercó a las 30.000, hubo un pico en 2011 de 49.334 hectáreas sembradas.

 

Una de las cifras interesantes del trabajo realizado por Agro-Bio es el de la utilidad de este tipo de tecnología en el cultivo de flores. En Cundinamarca las hectáreas sembradas fueron solamente 12, pero son claveles azules que en Asia pueden costar hasta US$50 cada uno, una cifra importante para los floricultores colombianos.

 

El Huila es el tercer departamento con más cultivos de algodón transgénico. Los campesinos de la región sembraron el año pasado 1695 hectáreas de estas semillas. En el pódium los líderes son Córdoba (14.872 hectáreas) y Tolima (9119 hectáreas).

 

Ya en el caso del maíz biotecnológico la participación del Huila es más modesta. Ocupa el séptimo lugar entre 21 departamentos que ya están implementando esta tecnología. El total de hectáreas cultivadas fue 2410 mientras que Meta, que es el primero, alcanzó 22.031 hectáreas.

El futuro para este tipo de cultivos es positivo o negativo dependiendo de qué grupo lo conozca (que esté a favor o en contra). Se avecina en Colombia, en unos tres años, el permiso para cultivar una papa modificada genéticamente que será resistente a la polilla guatemalteca, una plaga que genera importantes pérdidas económicas a los agricultores colombianos.

 

Según Corpoica, la polilla guatemalteca causa pérdidas en el cultivo de la papa que van desde el 35% hasta el 100% de la cosecha. Esto se traduce en cerca de $90.000 millones anuales en pérdidas para los campesinos colombianos. La investigación la está llevando a cabo la Corporación para Investigaciones Biológicas (CIB), ubicada en Medellín. 

De acuerdo a la información suministrada. Responde las siguientes preguntas:

 

1. ¿Por qué la sociedad rechaza los transgénicos?

2. ¿Qué riesgos, beneficios y amenazas presentan los transgénicos al medio ambiente y la salud?

3.¿Qué opinión tienes acerca de los transgénicos? 

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